ESCAPES Y ADMISIONES ARTESANALES
¿Qué son los tubos de escape de los coches?
El tubo de escape es un componente del sistema de escape del vehículo que se encarga de conducir los gases de combustión del motor fuera del coche. Los gases resultantes del proceso de combustión en el motor son tóxicos y nocivos, por lo que el sistema de escape tiene como función expulsarlos de manera segura, reducir su toxicidad y minimizar el ruido generado por el motor.
¿Para qué sirven los tubos de escape?
El tubo de escape, y el sistema de escape en general, cumple varias funciones clave:
- Expulsión de gases: Los gases de combustión generados en el motor se dirigen hacia el exterior del vehículo de forma segura.
- Reducción de emisiones contaminantes: El sistema de escape incorpora componentes como el catalizador, que transforma los gases tóxicos en compuestos menos dañinos, ayudando a cumplir con las regulaciones de emisiones contaminantes.
- Control del ruido: El silenciador o mofle, parte del sistema de escape, reduce significativamente el ruido producido por los gases de escape al ser expulsados, haciendo que el vehículo sea más silencioso.
- Mejora del rendimiento: Un sistema de escape bien diseñado puede optimizar la salida de los gases, mejorando el flujo de aire y, en consecuencia, el rendimiento del motor.
Averías comunes en los tubos de escape
El sistema de escape está expuesto a condiciones severas, como calor extremo, humedad, vibraciones y contacto con elementos corrosivos en la carretera. Algunas de las averías más comunes en los tubos de escape son:
1. Corrosión y óxido:
- Descripción: Los tubos de escape son vulnerables a la corrosión, especialmente si se circula en zonas con alta humedad o donde se utilizan sales para el deshielo en invierno. Con el tiempo, el óxido puede perforar el tubo y causar fugas de gases.
- Solución: Revisar el sistema de escape regularmente, especialmente después de conducir en condiciones húmedas. Si el óxido es significativo, puede ser necesario reemplazar partes del tubo de escape.
2. Fugas en el tubo de escape:
- Descripción: Las fugas de gases pueden producirse por agujeros en el tubo, juntas desgastadas o daños en los componentes del sistema de escape. Estas fugas no solo aumentan las emisiones contaminantes, sino que también pueden afectar el rendimiento del motor y causar un sonido más fuerte.
- Solución: Localizar el origen de la fuga y, dependiendo de la gravedad, reparar la parte afectada o reemplazar componentes del sistema de escape.
3. Ruido excesivo:
- Descripción: Un silenciador o mofle dañado puede causar que el vehículo emita ruidos excesivos o anormales. Esto suele deberse a fugas, corrosión o daños estructurales en el sistema de escape.
- Solución: Inspeccionar el silenciador y, si está dañado, repararlo o sustituirlo por uno nuevo.
4. Catalizador obstruido o dañado:
- Descripción: El catalizador es responsable de reducir las emisiones tóxicas de los gases de escape. Con el tiempo, puede obstruirse debido a acumulaciones de carbono o sufrir daños por golpes o corrosión. Un catalizador obstruido puede reducir la eficiencia del motor y aumentar el consumo de combustible.
- Solución: Si el catalizador está obstruido o dañado, será necesario limpiarlo o reemplazarlo. Un catalizador defectuoso también puede causar que se encienda la luz de “check engine”.
5. Rotura de los soportes del escape:
- Descripción: El tubo de escape está sostenido por soportes o ganchos que lo mantienen en su lugar. Estos soportes pueden romperse o aflojarse con el tiempo debido a las vibraciones del vehículo o la corrosión, lo que hace que el tubo de escape se mueva o incluso cuelgue bajo el coche.
- Solución: Reemplazar los soportes o ganchos dañados para asegurar el sistema de escape adecuadamente.
6. Obstrucción en el sistema de escape:
- Descripción: El sistema de escape puede obstruirse debido a la acumulación de hollín o residuos, lo que provoca que el motor tenga que trabajar más para expulsar los gases. Esto puede reducir la potencia del motor y aumentar el consumo de combustible.
- Solución: Realizar limpiezas periódicas del sistema de escape y del catalizador para evitar obstrucciones.
7. Daños por impacto:
- Descripción: El tubo de escape puede sufrir daños si el vehículo golpea objetos en la carretera o al circular por terrenos accidentados. Los impactos pueden doblar o perforar el tubo, causando fugas o ruidos.
- Solución: Inspeccionar el sistema de escape en busca de deformaciones o daños visibles tras un golpe. Si hay daños significativos, es probable que sea necesario reemplazar partes del tubo.
¿Cada cuánto revisar o cambiar el tubo de escape?
El sistema de escape no tiene un intervalo de reemplazo fijo, ya que su durabilidad depende de varios factores como el clima, el tipo de conducción y la calidad de los componentes. Sin embargo, se recomienda:
- Revisar el sistema de escape cada 20,000 a 30,000 kilómetros o durante las revisiones generales del vehículo.
- Si vives en una zona con clima húmedo o conduces frecuentemente en condiciones severas, es recomendable revisar el sistema con mayor frecuencia para detectar corrosión o daños tempranos.
Escapes y Admisiones Artesanales
En Pro Speed Garage, nuestra especialidad son los tubos de escape y admisiones, creadas a medida en acero inoxidable y aluminio. Nos enorgullece ofrecer soluciones de escapes y admisiones que no solo mejoran el rendimiento de tu vehículo, sino que también agregan un toque distintivo a su estética y un sonido excepcional.
PASOS A SEGUIR
La instalación de un escape o admisión personalizados puede ser un paso muy importante en la mejora de rendimiento del vehículo. por eso en Pro Speed Garage nos encargamos de ayudarte a entender el proceso que hay detrás.
- Selección de pieza:
- Basándose en las preferencias del cliente, el taller selecciona el escape o admisión adecuados para el vehículo.
- Esto puede implicar elegir entre diferentes marcas, estilos, materiales y características del producto, como el tipo de sonido o las especificaciones de rendimiento.
- Desmontaje de la pieza vieja:
- El vehículo se coloca en un elevador o en una fosa para facilitar el acceso al sistema de escape o admisión.
- El equipo del taller desmonta pieza vieja del vehículo, aflojando y retirando los pernos, abrazaderas y soportes que lo sujetan al chasis y al sistema de tubos.
- Preparación de la nueva pieza:
- Se prepara el nuevo escape o admisión para la instalación, inspeccionando todas las piezas y asegurándose de que estén en buenas condiciones.
- Se montan los accesorios adicionales, como soportes de montaje, silenciadores y conectores, según sea necesario.
- Instalación del nuevo escape:
- Una vez desmontado el escape antiguo o la admisión, se toman las medidas del mismo.
- Montaje de Escape o Admisión:
- Con las medidas tomadas del objeto se empieza a montar una pieza con las mismas curvaturas y longitud.
- Instalación:
- Una vez la pieza montada se procede la instalación de la misma en el vehículo, para así asegurar la correcta postura de la misma antes de los ajustes y pruebas.
- Prueba y ajuste:
- Una vez instalada la pieza, se realiza una prueba inicial para verificar que no haya fugas de escape o aire y que el sistema funcione correctamente.
- Se ajusta la posición y la configuración según sea necesario para lograr el sonido y el rendimiento deseados, y para asegurar que no haya interferencias con otras partes del vehículo.
- Inspección final y limpieza:
- Se realiza una inspección final del sistema para asegurarse de que esté correctamente instalado y seguro.
- Se limpia cualquier residuo o suciedad que pueda haber quedado durante el proceso de instalación.
- Entrega al cliente:
- Una vez completada la instalación y realizadas todas las pruebas y ajustes necesarios, el vehículo se entrega al cliente.
Utilizando técnicas avanzadas de diseño y fabricación, garantizamos la durabilidad y la calidad excepcional de cada pieza que instalamos. Si estás buscando mejorar el rendimiento y el estilo de tu vehículo, nuestros tubos de escape y admisiones personalizados son la opción perfecta.
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